El juicio del procés ha sido un proceso de infarto repleto de grandes momentos. Uno de ellos fue cuando el juez Marchena paró una sesión porque "un médico forense tenía que asistir a Paco. Otro fue cuando una testigo narró su estado febril durante el juicio.

El juicio del procés, sí. Ese en el que todo un expresidente volvió a nuestras vidas para hacer de nuevo de las suyas: Rajoy al acabar se equivocó de salida. Pese a la importancia de este juicio para el hispano devenir y sus inevitables tensiones, como cuando Marchena regañó al abogado de Sànchez, Rull y Turull, hubo hasta momentos de buen rollo.

Uno de ellos ocurrió durante la declaración de Oriol Junqueras. El exvicepresident avisaba, entre sonrisas, sobre su vehemente declaración: "Si en algún momento pongo demasiada pasión en mis intervenciones es porque llevo un año y medio que no me dejan hablar y tengo ganas de expresarme".

Manuel Marchena. Ese juez que ha dejado muchos momentos destacados durante el juicio. Ha repartido a los unos, como cuando el abogado de Vox protestó por el lazo amarillo que portó Sànchez y Marchena se lo dejó, pero también a los otros: Tardà quiso hablar en catalán y el juez le avisó de que así no "empezaban bien".

Marchena ha sido protagonista inesperado en el juicio al procés por su particular estilo. Había que cortar a todo testigo que no fuera al grano. Y con sus formas ha llegado hasta el punto de hacer reír a alguno de los acusados.