Las últimas grandes luchas obreras en España fueron contra la reconversión industrial socialista y un ejemplo es lo ocurrido en Reinosa, cuyas calles se convirtieron en una guerra.

A principios de año, la fábrica de La Naval anuncia el despido de una cuarta parte de su plantilla, y eso que años antes ya habían echado a cerca de 1.000 obreros. "La revolución industrial fue un terremoto económico", recuerda Juan Antonio Sagardoy, coautor del 'Estatuto del Trabajador' (1980).

Explica que Reinosa "era una zona con una enorme tradición obrera y de formación de los líderes y conciencia de clase. Por eso, el despido suponía un trauma muy importante".

Xavier Domènech, por su parte, quiere destacar que "se nos explicó que nuestras libertades se debían al consenso y a la falta de conflicto". Pero añada: "En realidad era al revés, las libertades se debían al conflicto, porque sino muchos no hubieran decidido apostar por los derechos y las libertades".