August Andreu tiene 80 años y era amigo de Francesc Boix, el único español que ayudó a inculpar a la cúpula nazi en Núremberg.
Boix, natural de Barcelona, era un exiliado republicano que acabó preso en el campo de concentración de Mauthausen y que acabó sentándose y señalando con el dedo a sus verdugos.
"¿Reconoce entre los acusados a alguno de los visitantes del campo de Mauthausen a quien vio mientras estuvo internado allí?", le preguntó en fiscal en 1945. Boix reconoció a Albert Speer, que se desplazó allí como ministro de armamento en 1943. Le había visto en las fotos que él mismo había revelado en el campo de trabajo.