Franco tenía 300 campos de concentración que dejaron miles de víctimas mortales, 300 centros de tortura y detención que se prolongaron más allá de la Guerra Civil. Uno de los más "letales" fue el de San Marcos, en León.

Allí perecieron "miles y miles de prisioneros", como recuerda Carlos Hernández de Miguel, autor de 'Los campos de concentración de Franco'. De esas durísimas condiciones solo queda un superviviente.

Sois prisioneros de guerra, y como tales no tenéis derecho ni al aire que respiráis!". Esas son las primeras palabras que Josep Sala escuchó al llegar, hacer 82 años, a esa prisión. En ella, "se fusilaba cada día" a quienes, como cuenta en el vídeo, se considerase que tenían "las manos manchadas de sangre".

"De pie casi no cabíamos. Yo dormí bastantes días en el altar mayor, estaban los claustros y el patio, que son muy bonitos, pero estaban al aire libre. En el mes de enero hace un frío increíble en León", relata.