Año 1964. La Selección Española gana por primera vez la Eurocopa. Lo hace en el estadio Santiago Bernabéu contra la Unión Soviética, y en presencia del dictador Francisco Franco y de su esposa. Fernando Carballo creía que aquí Franco sería vulnerable. "Él había podido ver dónde quedaba el coche y la comitiva de Franco", recuerda Octavio Alberola, luchador antifranquista

Carballo quería que el dictador volara por los aires en aquel lugar, pero necesitaba explosivos. Octavio los consiguió y se los dio al anarquista escocés Stuart Christie. Aquellos explosivos tenían que cruzar la frontera entre Francia y España. Lo consiguió haciendo 'auto-stop' pero con muchas dificultades.

Christie consiguió llegar con las bombas a Madrid. Pero los dos anarquistas, Carballo y Christie, fueron detenidos, y no corrieron la misma suerte. El escocés salió a los tres años de la cárcel por la repercusión internacional que tuvo su detención desde el primer momento. El español fue condenado a 30 años de cárcel. Ambos sufrieron torturas en los sótanos de la Dirección General de Seguridad.