El 70% de todos los chips del mundo se fabrican en solo dos países: Taiwán y Corea del Sur. Y únicamente una megaempresa acapara más de la mitad de la producción. "Son fábricas con nivel tecnológico muy puntero, con una demanda de distintos recursos muy alta", explica Luis González Reyes, coautor de 'La espiral de la energía'.
"En el caso de Taiwán se ha juntado una sequía importante y para hacer un chip consumes muchísima agua", añade Alejandro Molins, consultor experto en transporte y logística internacional.
La escasez de chips semiconductores ya ha alcanzado a una industria puntera para Europa: la del automóvil.
Hoy necesitamos chips hasta para abrir la puerta y nuestros vehículos se fabrican con piezas que vienen de todo el mundo.
"Un coche cada vez es más parecido a un smartphone", sostiene Rafa Guerrero, secretario general de CCOO SEAT, que lleva más de 20 años trabajando en la empresa. Él ya ha vivido otros momentos en los que la dependencia del exterior ha provocado el parón de la fábrica. Pero ahora la crisis se está alargando: si no llegan semiconductores, lo que llegan son los despidos.
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