Subirse en una montaña rusa es someterse a grandes emociones; emociones parecidas a las que experimenta en este 2020 la bolsa, que tiene una atracción favorita: la especulación con las empresas farmaceúticas que buscan la vacuna del coronavirus. "La gente, en vez de poner su dinero en carreteras o construcción, invierte en farmacéuticas", ha apuntado África González, catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo.

Por ejemplo, la empresa Novavax empezó el año con su cotización por los suelos. Sin embargo, a medida que la empresa anunciaba que su vacuna pasaba de fase, sus acciones crecían hasta revalorizarse casi un 4.000%. "La vacuna es ahora mismo el centro de todas las expectativas bursátiles", ha señalado Juan Peña, analista en GVC Gaesco Valores.

Especulación que espera a que el Gobierno de Estados Unidos anuncie que comprará la vacuna de la farmacéutica Moderna para que sus acciones se disparen casi un 400 por cien. "Si tú eres un inversor vas donde el mercado está en alza”, ha precisado África González.

Pero cuidado, porque en esta montaña rusa que es la bolsa, todo lo que sube, baja. "Es un riesgo que asumirán quienes inviertan. No todas subirán, habrá algunas que bajen. Mucha gente está apostando en estos momentos por productos que puede que no salgan", ha destacado Rafa Vilasanjuán, director de Análisis y Desarrollo Global del ISGlobal.

"Las inversiones que no tengan el retorno esperado se quedan ahí como coste hundido. Todas las inversiones que llevas hechas estos meses, si finalmente no alcanzas la vacuna, u otro llega antes y lo comercializa antes, se habrán perdido", ha insistido Juan Peña.

Sin embargo, hay quien ya se ha bajado de la montaña rusa con los bolsillos llenos. Para muestra, la del director médico de Moderna, que rentabilizó, y mucho, la vacuna de la covid. En marzo, con las acciones de la compañía para la que trabajaba en 30 dólares, se reservó el derecho de comprar títulos a futuro en el entorno de los 20 dólares.

Así que, cuando el precio de las acciones subió hasta los 70, ese mismo día hizo efectivo su derecho. Compró las acciones a 20 y las vendió a los 70 que en realidad valían. Ganó un millón de dólares.