Todo empezó en 2008. El Partido Popular acababa de perder las elecciones generales y la presidenta de la formación en Euskadi, María San Gil, presentó su dimisión.

"Yo no voto más al PP hasta encontrar un partido que lo merezca", afirmaba una militante visiblemente enfadada. Un sector de la militancia del Partido Popular se plantó frente a su sede para pedir la cabeza de Rajoy. Aseguraban sentirse traicionados.

"Había gente muy enfadada con Rajoy, un sector del 'aznarismo' tradicional estaba muy enfadado", explica Carlos E. Cué, periodista de El País.

María San Gil no se marchó sola. José Antonio Ortega Lara abandonó con ella. Aquel día, aunque aún no lo sabíamos, había nacido una estrella verde. Ortega Lara fue uno de los fundadores de Vox. Allí estaba ya otro exmilitante del PP, Santiago Abascal.