La historia de Ángel Hernández y María José Carrascoha reabierto el debate sobre la eutanasia en nuestro país y ha sido capaz de remover conciencias. Ángel ayudó a morir a su mujer siguiendo su voluntad, después de que esta hubiera pasado 30 años padeciendo esclerosis múltiple.

Su gesto desató una solidaridad desbordada que sorprendió al propio Ángel. En laSexta Columna ha contado un ejemplo que le ocurrió en la funeraria San Isidro. "Yo estaba allí y una persona me dio un sobre, yo no sabía lo que había", explica.

Al abrir el sobre, Ángel encontró dinero que, según cuenta, "era el que tenían que cobrar los trabajadores por la conservación que han hecho del cadáver de mi mujer". "Me quedé alucinado", afirma.

Junto a ese regalo iba una nota en la que le agradecían su fortaleza y le daban su "máximo apoyo y afectuosas condolencias". Contar esa experiencia le ha arrancado una sonrisa y ya tiene decidido hasta lo que va a hacer con él: enmarcarlo.

El caso de Ángel ya está en los juzgados y se puede enfrentar hasta a 10 años de cárcel, sin embargo, niega que se le pueda considerar un mártir. "Claro que no me gustaría entrar en la cárcel, pero si tengo que hacerlo por lo que hice por mi mujer, lo haré", sentencia.

El debate de la eutanasia se reabre y en este vídeo se resume la postura de PSOE, PP, Cs, Unidas Podemos y Vox sobre una ley de muerte digna.