El cuerpo sin vida de José Ignacio Ustaran apareció dentro de su coche frente a la sede de UCD en Vitoria. ETA lo asesinó y destrozó por completo a una familia que todavía tiene muy presente aquel día.

"Escuché a mi madre un grito tremendamente desgarrador que permanecerá en mi recuerdo toda la vida: esa fue la señal que dijo que a mi padre lo habían asesinado", recuerda el hijo de José Ignacio.

Como muestra el vídeo, este asesinato marcó un punto de inflexión porque hizo que una parte de ETA político-militar abandonara el terrorismo. "Estábamos consternados porque se había asesinado a una persona por sus ideas. Pusieron, pusimos, pie en pared ante esa escalada terrorista", cuenta Mikel Unzalu, militante de Euskadiko Ezkerra en 1980.

La familia de Ustaran ha hablado en laSexta Columna para recordar cómo fue el día del secuestro y cómo han llevado a cabo una incansable lucha para que la investigación del caso se reabra.