En un despacho que parece un museo privado del fascismo trabaja el abogado Francisco Javier Zaragoza. Allí, entre fotos, medallas y banderas franquistas, aparece algún tomo sobre regulación urbanística, su especialidad, que le sirvió para presentar 15 recursos contra la exhumación de Franco.

Todos fueron desestimados menos uno, el que aceptó el juez José Yusty Bastarreche. Él vio "riesgo de accidente" al mover la losa que tapa al dictador porque considera que esa maniobra "puede desestabilizar el conjunto" de la Basílica.

El abogado y el juez son los dos últimos guardianes de la tumba de Franco, pero les une algo más, y es que los dos son hijos de destacados franquistas.

Francisco Javier Zaragoza es hijo de 'Don Pedro', el famoso alcalde de Benidorm que iba a visitar a Franco en vespa. Actualmente, las fotos que guarda el abogado de aquella amistad lucen junto a los documentos que paralizan la exhumación de Franco.

En el caso del juez Yusty Bastarreche, su padre era el almirante franquista José Yusty Pita. Y su abuelo era el también almirante Francisco Bastarreche, un alto mando en el bando sublevado con su correspondiente busto de homenaje que la ley de memoria histórica quitó hace unos años.

"Para él, la memoria histórica es un tema familiar y personal. Considera que esta ley supone el odio de los perdedores", sentencia el periodista Antonio Maestre.