Carlos López, cabo en un batallón de helicópteros que estuvo en Afganistán en 2004 y 2006, explica en laSexta Columna cómo era allí el día a día. "Al parar aparecían críos de todas partes y las niñas siempre se quedaban atrás, una señal de cómo viven y de lo que pueden hacer y lo que no", relata.
"Nuestra misión era evacuar heridos y cualquier tipo de víctima, labores de reconstrucción... al final estás para lo que va saliendo en el día a día", añade.
La realidad era que, aunque militares como Carlos estuvieran en misión de paz, sobre el terreno, en muchos casos, seguían mandando los talibanes. "Cuando llegamos e hicimos los primeros vuelos por encima del núcleo urbano de Kabul, nos llamó la atención que había cometas altas, nos sorprendía. En contra de lo que pensábamos, no es que hubiese afición, sino que ponían enjambres de cometas con hilo de pescar, hilo resistente, con la intención de que se atrapara en los motores para evitar que los helicópteros sobrevolasen las zonas en las que no querían que volásemos", apunta Carlos López.
Como él, más de 27.000 soldados españoles han pasado por Afganistán. España ha gastado más de 3.600 millones de euros en las operaciones, que sepamos. El importe podría ser algo más a juzgar un informe desclasificado por Estados Unidos, gracias al cual sabemos que en 2003, gobernando Aznar, sin pasar por el Congreso, España envió 17.000 toneladas de material bélico a Afganistán. Incluyendo 100 tanques.
"En cuestiones de defensa, España, en muchos aspectos, todavía tiene lagunas bastante serias, o carencias bastante serias en materia de transparencia", lamenta Fernando Arancón, director de El Orden Mundial.