El gobierno buscaba alargar el estado de alarma, pero se quedó sin apoyos. El PP veía intenciones dictatoriales. En las filas populares tenían un plan alternativo en el que sus comunidades también participaban. De hecho, la vicepresidenta Carmen Calvo anunció que se cambiaría la ley para facilitar la respuesta rápida de todos frente al coronavirus.
"Vamos a tener que abordar algunas reformas legislativas importantes", aseguró Calvo en el mes de mayo. Sin embargo, ese cambio de ley aún no se ha llevado a cabo. Así que, unos meses después, con la pandemia otra vez descontrolada, el PP exige ahora al Gobierno más liderazgo.
"España no tiene ahora mismo a nadie al timón. Hay una ausencia absoluta de liderazgo y se parapeta en las comunidades autónomas", ha llegado a asegurar Pablo Casado, presidente del Partido Popular. A ello respondió el propio presidente del Gobierno, asegurando que no es cosa suya y que tienen las comunidades el nada apetecible marrón de pedir el estado de alarma.
"Todas las comunidades autónomas tienen a su disposición la herramienta legal del estado de alarma", apuntó Sánchez, que recibió una nueva respuesta de Casado: "Sánchez ha venido muy bronceado a decir que la responsabilidad es de las autonomías". Ha sido la guerra de las competencias.
Una carrera para ver quién era el último que se hacía responsable de la situación. Las competencias sanitarias son de las Comunidades, pero el PP se aferra al artículo 14 de la ley de Salud Pública que atribuye al Ministerio de Sanidad la vigilancia de alertas que puedan trascender el ámbito de las Comunidades Autónomas: ¿es el sistema perfecto para que nadie asuma la gestión?