A finales del 1995 el epicentro de la Guerra de Yugoslavia se desplazó hasta Dayton, una ciudad industrial de Ohio donde se celebró la conferencia que pretendía poner fin al conflicto. En la misma mesa, los todavía enemigos tenían que forzarse al saludo. Allí se acordó el trazado de las fronteras del nuevo estado bosnio.
Bosnia tenía que rehacerse, incluso su bandera. Para asegurarse de que se cumplían los acuerdos, la ONU estableció la figura de 'Alto Representante'. El español Carlos Westendorp lo fue durante dos años y en su equipo incluyó a un joven socialista español, Pedro Sánchez: "Yo no podía pensar que iba a ser el presidente del Gobierno después, pero sabía que era un chico serio y le dije que si se quería venir. Estuvimos allí un año". Algunas de sus labores eran reunirse con los responsables de los supuestos crímenes de guerra.