Es el 1% más rico del planeta acumula la mayor parte de los recursos mundiales mientras que el resto de los mortales se tiene que apañar con el trozo pequeño de la tarta. En el sistema ferroviario español, el reparto de la riqueza es similar.

El AVE es la joya de la corona, pero se lleva la mayor parte de lo que se invierte. Sin embargo, el 96% de las personas que usan trenes a diario, se montan en los de cercanías, media distancia y larga distancia convencional. Estos trenes reciben una quinta parte de los fondos.

En 1989, una vecina de Miño de Medinaceli, en Soria, denunció en una carta después de que se iniciaran los recortes que por qué "hace un año, los trenes que pasaban por el pueblo paraban y de pronto, no para ni un solo tren".

Han pasado 30 años y en ese mismo pueblo sigue aquella estación en la que los trenes aún pasan de largo. La despoblación y la ausencia de tren han ido de la mano, como cuentan los vecinos.