Parte de la explicación a la falta de materiales está en el colapso de los barcos con mercancías. Un cuello de botella que empezó cuando el coronavirus lo paró todo.

Sin embargo, esta situación le está saliendo muy rentable a unas pocas 'personas', a los dueños del mar: el oligopolio de las mayores navieras del planeta.

"Hay diez navieras que se agrupan en tres alianzas", explica Diego Bergareche, director general de Stock Logistic Madrid-.

Han sabido cómo aprovecharse del atasco global con la primera ley del capitalismo: la de oferta y demanda. "La sensación que tenemos es que se ha hecho una especie de subasta, como sabían que había déficit y que todo el mundo quería cargar, al final han puesto precios y quien ha podido pagar más es quien ha podido embarcar", añade Bergareche.

"Muy pocas compañías controlan un porcentaje elevado del transporte mundial y significa que en un momento determinado aprovechar las circunstancias permite subir los precios. Al final se va a repercutir en todo", destaca Alejandro Molins, consultor experto en transporte y logística internacional.

En cifras, en enero de 2020 mover un contenedor de mercancías por mar costaba 1.461 dólares. En septiembre de este año, cuando más costaba, el precio llegó a los 11.109 dólares, un 660% más.

Por otro lado, laSexta Columna se pregunta ante la situación actual si la globalización está cortocircuitando. Puedes ver el momento en el vídeo que se incluye a continuación.