Después de acometer más de 3.000 atentados que dejaron 864 muertes y más de 7.000 víctimas, ETA dijo adiós a la actividad armada el 20 de octubre de 2011, una fecha de la que ya han pasado diez años.
"Es tiempo de mirar al futuro con esperanza, es tiempo también de actuar con responsabilidad y valentía. Por todo ello, ETA ha decidido el cese definitivo de su actividad armada", decía un representante de la banda, acompañado por dos compañeros, lo que ponía el punto y final a más de 40 años de terror.
Los sucesivos Gobiernos de España intentaron acabar con la banda, desarticulando comandos y hablando con los terroristas.