No hace mucho que Albert Rivera pisaba la política con paso fuerte. Un depredador que consiguió trepar hasta la cima electoral en Cataluña, cuando defendía una nueva forma de ver al electorado.

El 'ciudadanus rex' comenzó así su andadura por el 'Parque Jurásico' político, e incluso engulló a otros especímenes como UPyD. Su auge era claro y así quedó demostrado en el 2019.

Sin embargo, 'ciudadanus rex' empezó a ver cómo desde el cielo político caía algo: un meteorito en forma de batacazo electoral

Desde entonces las consecuencias de la explosión han degenerado en una estampida que ha llegado esta semana hasta su sede. La pregunta, ahora, es clara: ¿se juega Ciudadanos su extinción?