Hace 20 años, Bush se montó una película. Él era el actor principal como comandante en jefe de los Estados Unidos, pero sus medidas contra el terrorismo afectaron al mundo entero. Se cambió la seguridad de todos los aeropuertos y su famosa 'ley patriótica' acabó permitiendo pinchazos telefónicos sin orden judicial y detenciones indefinidas de sospechosos.

"Fue una obsesión totalmente desmedida por la seguridad que atacaba las libertades civiles", explica Fernando Arancón, director de El Orden Mundial.

Estados Unidos ha ejercido como policía del mundo al tiempo que violaba derechos humanos en cárceles como Guantánamo y Abu Ghraib, símbolos de las torturas y las vejaciones. Algunos de aquellos presos son hoy destacados líderes del recién estrenado gobierno talibán. La guerra contra el terrorismo de Bush no sirvió para evitar la aparición de ISIS, ni tragedias como el 11M, el atentado de Las Ramblas, el 7J de Londres, o los numerosos ataques yihadistas en Francia.

"El intervencionismo occidental hay contribuido a aumentar la radicalización yihadista, pero no es el único factor. Las causas de la radicalización en Nigeria, Afganistán, Irak o Francia son, sobre todo, de índole económica y social", añade Arancón.

"Bin Laden tenía en Afganistán 55 bases y 13.000 hombres, esos no se fueron, están allí, lo que pasa es que les ha salido un enemigo peor, que es el Estado Islámico, que son mucho más radicales", indica el excorresponsal en Afganistán Jorge Melgarejo

"Afganistán ya es una base de terrorismo yihadista, los talibanes son un grupo terrorista, lo vendan como lo vendan", alerta la excorresponsal Mónica Bernabé.

"El gran miedo de Afganistán es que vuelva a convertirse en un puerto seguro para los terroristas, desde el que puedan ejecutar nuevas acciones contra los ciudadanos en cualquier capital occidental", añade Sandro Pozzi, excorresponsal en EEUU.

Lo que empezó el atentado del 11S ha acabado con los aviones huyendo de Afganistán 20 años después. Una guerra en la que han muerto 104 españoles.

"Ha sido como un pequeño paréntesis de 20 años en la sociedad afgana, pero al final se va a volver al punto de partida y es inevitable pensar que te quedas un poco con la sensación de que no ha servido para nada", lamenta Carlos López, exmilitar que sirvió allí.

Occidente prometió salvar el país de millones de afganos como Kabir, pero si hoy las mujeres quieren manifestarse, tienen que hacerlo bajo los disparos de los talibanes.

¿Cómo será el futuro bajo el nuevo régimen?

"El futuro será oscuro porque quienes estaban hace 20 años en el poder han vuelto y no van a cambiar, ha cambiado su cara de mostrarse ante el mundo, pero no su fondo", explica Arancón.

"Mi deseo es que pueda volver a ver a mi familia y a abrazarles una vez más después de ocho años. Este es el deseo de un pobre afgano como yo y de otros tanto más", sostiene Kabir Shah.