Como buen dictador que buscaba engrandecerse, Miguel Primo de Rivera, padre del fundador de Falange, encontró un gran ejemplo en Mussolini, cuya influencia, explica el historiador Alejandro Quiroga en el vídeo sobre estas líneas, "se ve durante toda la dictadura": "Los vínculos son constantes y las referencias son constantes", afirma.
Tras el golpe de Estado, el primer viaje oficial de Primo de Rivera junto con el Rey Alfonso XIII fue a la Italia de Mussolini, donde además de maravillarse con sus monumentos o las ruinas romanas, cogieron 'apuntes' de fascismo. "Todos los dictadores van a mirar a Mussolini para entender cómo crear una dictadura de corte moderno, pero que a su vez sea capaz de proteger los intereses de ciertas élites y, sobre todo, que acabe con los procesos de confrontación con el movimiento obrero y los procesos democráticos", explica Quiroga.
Primo de Rivera hizo su versión patria de Mussolini, una especie de 'fascismo a la española', donde por encima de todo estaban los símbolos nacionales únicos, hasta el punto de cerrar el estadio del FC Barcelona por pitar el himno. También hubo un partido único, la Unión Patriótica y además un líder, el propio Primo de Rivera, un poco corrupto.
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"Un soldado me dijo: '¿Por casualidad, señora, no tendrá un cigarrillo?' Le dije: 'Tengo aquí un clavelito', y lo saqué. Y lo puso en el cañón de su pistola, y yo repartí todos los claveles que tenía", recuerda Celeste en este vídeo de laSexta Columna.