La deriva antidemocrática del Gobierno de Netanyahu ha provocado protestas en las calles. También, apunta el editor jefe de 'El Orden Mundial' Blas Moreno, que haya perdido "el apoyo de las fuerzas centristas hasta el punto de que ha tenido que pactar con la derecha más radical". Una coalición en la que, explica la profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria, Sonia Sánchez, "ha metido partidos de corte fascista, de extrema derecha, fundamentalistas y supremacistas con partidos religiosos". 

Un claro ejemplo es el ministro de Finanzas y líder del Partido Sionista Religioso, que cree que los palestinos no existen porque "son una invención del siglo pasado". Un líder ultranacionalista que reivindica con el dibujo de un mapa el conocido como Gran Israel, que además de los territorios palestinos, ocuparía parte de Jordania y Siria. 

"Para ellos la única solución es un rabino a cargo del Estado y a Netanyahu, si sigue así, en algún momento se lo comerán, porque es laico", comenta el periodista Javier Espinosa.