La realidad de la vida de los servicios secretos dista mucho de ser como la que se ve en las películas. Como ejemplo, el caso de los espías españoles en Irak que, tras la entrada de España en la guerra en 2003, tenían como misión servir de guía a las tropas españolas.

Sin embargo, esta operación estuvo plagada de fallos que terminaron con el asesinato del agente José Antonio Bernal, tiroteado en su casa de Bagdad, y pocos meses después de un grupo de siete espías españoles que fueron ametrallados en una trampa de la resistencia iraquí.

En este vídeo, laSexta Columna recuerda este caso junto a expertos como la periodista Elena Labrado, que señala que fue "uno de los momentos más duros para el servicio de inteligencia español" o el exespía Fernando San Agustín, que afirma rotundo que "yo hubiera demandado al Gobierno español".

Roberto Flórez, "el mayor traidor" de los espías españoles

De Flórez se dice que "hizo algo que es el peor delito que puede cometer un espía". Sin embargo, algunos de sus compañeros dicen, entre risas, no acordarse de él. Así lo cuenta laSexta Columna en este vídeo.