El próximo 24 de mayo, docenas de candidatos imputados soñarán con ser alcaldes. LaSexta columna reúne a algunos de ellos, los que elegimos como los más representativos del candidato imputado: pocos partidos se libran.

Quienes arrasan por el momento, son los que gobiernan desde hace años: los colores tradicionales, el azul y el rojo. En rojo, en Benidorm, se presenta Agustín Navarro.

Es alcalde desde 2009 y aspira para la reelección. Está imputado por prevaricación administrativa a raíz de una denuncia que le acusaba de tráfico de influencias y malversación de fondos públicos.

Navarro no se esconde. Nos recibe en su despacho con los papeles preparados para defenderse. No es la primera vez que se enfrenta a unas elecciones con la sombra de la imputación. “Fui a la elección con una imputación y gané las elecciones”.

Tan tranquila como el alcalde de Benidorm está ella, la candidata popular a la alcaldía de Madrid. Esperanza Aguirre no está imputada pero ha permitido a varios imputados formar parte de sus listas electorales.

Podría haberlo impedido como ha hecho con Baltasar Santos, el actual alcalde de Navalcarnero. En la Comunidad de Madrid, otros candidatos siguen adelante con su candidatura. Como Borja Gutiérrez, el alcalde de Brunete, imputado por cohecho, prevaricación, tráfico de influencias y coacción.

En Mogán, Las Palmas, su alcalde también pretende ser reelegido y ya tiene el visto bueno del PP. Francisco González lleva 12 años ocupando el sillón presidencial. Está imputado por 8 supuestos delitos como el cohecho.

Ya era alcalde cuando estalló un escándalo urbanístico en 2007 y fue detenido. La Policía registró su vivienda y el ayuntamiento. Han pasado 8años y aún no se ha celebrado el juicio por estos supuestos hechos: “Empadronamientos clandestinos, compra de votos a treinta euros, quitar multas de tráfico a los amigos y, por supuesto, operaciones urbanísticas.

Siguiente parada en nuestro mapa de candidatos imputados. Almogía, Málaga. Su alcalde, Cristóbal Torreblanca, está imputado por prevaricación urbanística. La Guardia Civil registró hasta el último cajón de su ayuntamiento.

Pero sus vecinos han seguido dándole su apoyo. Ante las cámaras de laSexta columna, aseguró que volvería a presentarse a la reelección. “Dije que si se demostraba algo y no ha sido así”.

Sin salir de Andalucía, encontramos al siguiente candidato imputado. En Córdoba se presenta Rafael Gómez, más conocido como Sandokán. Aspira a la alcaldía pese a estar imputado por un fraude a la Hacienda Pública.

Sandokán ya fue condenado sin sentencia firme por la ‘Operación Malaya’ de Marbella. Sus fincas, naves y locales fueron embargadas para saldar su deuda de casi 100 millones de euros con la administración.

Volvemos a nuestro mapa de los candidatos imputados parando en Lugo. Quiere volver a ser su alcalde, José López Orozco, socialista. Está imputado por cohecho y el tráfico de influencias.

Lleva 16 años al frente del ayuntamiento pero es la primera vez que va como cabeza de lista bajo la sombra de la corrupción. Un testigo le acusó de recibir sobornos. Ante la juez dijo que no volvería a presentarse a las elecciones, pero ha cambiado de idea y los socialistas gallegos le han dado su apoyo.

A la alcaldía de Vila Seca, en Tarragona llegó Josep Poblet en 1995. Y ahí quiere seguir representando a CIU. Está imputado por prevaricación, malversación de caudales públicos, blanqueo de capitales y falsedad documental. Poblet es el hombre fuerte de Artur Mas en Tarragona. De hecho, es el presidente de la diputación. Y sigue siéndolo a pesar del escándalo sanitario que le salpica.

Última parada del mapa de los candidatos imputados: Valladolid. Francisco Javier León de la Riva es, de nuevo, el candidato del PP. No sólo está imputado, es que está procesado por desobedecer presuntamente las órdenes de un juez.

Tendría que haber demolido los áticos de un edificio de una plaza. Pero él se niega. No sólo no hace caso al juez. León de la Riva es famoso por sus ocurrencias. Tras su declaración de los “morritos” sobre Leire Pajín fue duramente criticado pero nadie le movió del sillón.