La Franja de Gaza lleva años siendo uno de los lugares del mundo con mayor densidad de población. Aquí se hacinan 6.000 habitantes por kilómetro cuadrado y su situación es desesperada. Más de la mitad viven por debajo del umbral de la pobreza y la gran mayoría de los jóvenes no tiene trabajo. "Dos millones y medio de personas en un espacio enormemente limitado donde no hay expectativas, bloqueados", explica Najib Abu-Warda, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense.

Por su parte, Roni Kaplan, portavoz del ejército israelí, sostiene en el vídeo sobre estas líneas que Israel no es responsable de la situación desesperada de la Franja de Gaza. Es cierto que Israel abandonó la ocupación militar de Gaza en 2005, llevándose incluso colonos compatriotas suyos a la fuerza. También es cierto que un año después, el grupo fundamentalista Hamás ganó las elecciones y se hizo con el poder en la Franja de Gaza y que entonces Israel empezó un bloqueo por tierra, mar y aire que hoy solo se ha vuelto más extremo. 

"Hamás ha ido creciendo en esa situación de miseria absoluta porque alienta la desesperanza y de la desesperanza sale el extremismo", comenta Javier Espinosa, periodista que lleva cubriendo el conflicto en Oriente Próximo más de treinta años. Él sostiene que Israel alentó el surgimiento de Hamás porque quería dividir a los palestinos: "Es quien concede el permiso al jeque Yasín para formar la organización caritativa que es el embrión de Hamás. Por esa vieja práctica del enemigo de mi enemigo es mi amigo, decide hacer frente a lo que era la principal organización palestina, la OLP de Yasser Arafat, fomentar los islamistas pensando que así podía crear un balance y el famoso divide y vencerás", explica. 

Sin embargo, Hamás fue ganando apoyos y fuerza entre una población con pocas alternativas. "La estrategia se basa en crear una base de apoyo social amplio mediante la provisión de servicios esenciales básicos como salud, educación, mezquitas, pensiones...  tiene un entramado asistencial que hace que la población los apoye porque es el que soluciona sus problemas diarios", apunta Sonia Sánchez, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria.