El campo, la agricultura y la ganadería, ha sido uno de los escenarios más importantes de la campaña electoral en Andalucía. La razón: se trata de un terreno que da trabajo al 9% de los ocupados (cinco puntos más que la media española). Son muchas las personas que trabajan allí, al tiempo que la precariedad va apretando más y más. Conocedores de las cifras y la problemática, los candidatos no han dudado en lanzarse a hacer promesas por un futuro mejor en el ámbito rural.

Adelante Andalucía pide, por ejemplo, expropiar tierras a grandes terratenientes y fondos buitre, mientras que Por Andalucía, donde se integra Podemos, quiere un banco de tierras públicas. Desde el PP apelan a la necesidad de agua suficiente para producir mejor, así como mejorar el precio que se paga por cada producto que sale del campo para que los jornaleros de ahora y del mañana vean futuro en esta profesión. Quizá es este hecho, el que los agricultores y ganaderos vendan sus productos a un precio inferior al que les cuesta sacar adelante, lo que más polémica ha generado.