Durante mucho tiempo, Isabel Pantoja y el alcalde de Marbella, Julián Muñoz, ocuparon horas y horas de atención mediática por una sorprendente historia de amor. No obstante, con la explosión del caso Malaya, pasaron a estar cada vez más tiempo presentes en la sección de tribunales.
Finalmente, la tonadillera fue condenada a dos años de cárcel por blanqueo de capitales. "Era yo quien le mantenía, era yo quien le di trabajo", intentaba justificar ella sobre Julián Muñoz en sede judicial.
La sala que decretó su prisión hablaba en el escrito de "servir de freno a posibles conductas de otras personas" y del "carácter ejemplar" de la sentencia.
"Los famosos son objeto de Hacienda precisamente por ser elementos ejemplarizantes", explica Vicente Sánchez, director de la revista Diez Minutos. Por su parte, la periodista Paloma Rando afirma tajante: "Durante mucho tiempo hubo quien consideró su entrada en prisión de ejemplarizante, pero el delito estaba ahí. Está claro que si no hubiese podido entrar, no había entrado".
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