A finales de los 70, Reino Unido no es un lugar de bonitas estampas. El país está inmerso en su peor recesión desde la II Guerra Mundial, hay casi 2 millones de parados La libra va en caída libre y  la población, descontenta, toma la calle.

Al frente del gobierno, acaba de llegar Margaret Thatcher, la primera mujer que ocupa el 10 de Dowing Street. Privatizar será su panacea durante los 11 años que gobierna. En ese tiempo coloca el cartel de 'se vende'  casi todo: la electricidad, el agua, los correos, la compañía aérea Brithis Airways, los ferrocarriles.

Se deshace hasta de dos orgullos nacionales: las automovilísticas Jaguar y Rolls Roys. La dama de hierro se deshizo del 60% del sector público y consiguió recaudar 47 millones de libras. Thatcher es el ejemplo más emulado de privatizaciones por motivos ideológicos, un referente del liberalismo.

En la Sanidad, un informe ha destapado la muerte de más de mil personas en un hospital de gestión privada por falta de medios y personal. El actual primer ministro ha tenido que pedir perdón.Los ferrocarriles británicos son de los más caros y problemáticos de Europa.