¿Es posible un boicot económico?
Una estudiante afirma que no va a ciertos supermercados por sus vínculos con Israel: "Dan dinero para financiar el genocidio"
laSexta Columna pregunta a expertos si es posible un boicot económico a Israel y a los estudiantes de la Universidad de Barcelona si estarían dispuestos a no consumir aquellas empresas con vínculos con este país.

Durante el apartheid, el boicot a Sudáfrica incluyó a grandes empresas petroleras, bancos, sus naranjas o el oro. En el caso de Israel, la firma española de viajes Edreams ya no publica alojamientos en asentamientos ilegales israelíes.
También se señala, por ejemplo, al grupo empresarial israelí Quantum Pacific, accionista desde hace años del Atlético de Madrid y de la empresa gestora del equipo ciclista Movistar Team.
Sin embargo, Sonia Sánchez, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria, señala que un boicot económico a Israel es "muy complicado", al tratarse de una economía "sustentada sobre una base tecnológica": "Israel exporta patentes, exporta tecnología, alta tecnología y sus productos están muy imbricados en la cadena de suministros globales", apunta.
Eso, explica, "hace muy difícil que tú seas capaz de identificar qué producto en un móvil, en un portátil o en un satélite provienen de una patente generada en Israel".
En los pasillos de la universidad de Barcelona, laSexta Columna muestra a algunos estudiantes una enorme lista de marcas o productos con vínculos con Israel que un movimiento propalestino propone boicotear. A propósito de esto, una de ellos afirma que hay restaurantes y supermercados a los que ya no va "porque apoyan directamente a Israel y les dan dinero para financiar el genocidio".
Otro, sin embargo, admite que conocía los vínculos de algunas de estas empresas con Israel, pero otras "no tenía ni idea de que participaban en esto". "Soy una persona que necesita comer y vestirse, en caso de restaurantes hay alternativa, pero si no hay una alternativa viable para mi pues tendré que consumir eso", asegura otro.
Las bombas en Gaza han tenido cierto eco en la sede de Microsoft en Washington. Allí, algunos trabajadores han denunciado la colaboración del gigante informático con el ejército de Israel. Sin embargo, Alba Leiva, redactora de 'El Orden Mundial', apunta que el potencial militar y económico de Israel "resulta muy atractivo y favorece que se le deje actuar con impunidad".
*Puedes ver el programa completo de laSexta Columna Boicot a un genocidio en atresplayer.