Davos, Suiza. Localidad de 11.000 habitantes a los pies de los Alpes. Capital europea del hockey sobre hielo, 300 kilómetros de pistas de esquí. Construida a 1560 metros sobre el nivel del mar, es la ciudad con mayor altitud de Europa. Hasta aquí arriba suben, una vez al año, los hombres más ricos y los políticos más poderosos para celebrar la asamblea anual del Foro Económico Mundial. La mayor concentración de poder del mundo.

En la reunión de este año los mandamases del planeta han llegado a una conclusión: la desigualdad entre ricos y pobres es el gran peligro que acecha al mundo. Lo dicen en un informe, en la lista de los 5 riesgos globales más probables de 2014, la disparidad de ingresos es el número uno.

Aseguran que amenaza la estabilidad social y política y el desarrollo económico. No lo denuncian una ONG o una asociación de izquierdas, sino el mismísimo foro de Davos, la élite mundial. Y no son los únicos. Entre mediados de 2012 y la primera mitad de 2013 el número de españoles que tienen un patrimonio superior al millón de dólares ha crecido un 13’2% .

En el lado opuesto, el número de españoles que viven con menos de 307 euros al mes se ha duplicado durante la crisis. Ya hay 3 millones de españoles en situación de extrema necesidad. Además el riesgo de caer en la pobreza alcanza ya a 28 de cada 100 españoles. En toda Europa sólo Grecia y Rumanía están peor.

"Casi el 30% de la población de este país es vulnerable a convertirse en pobreza. 1 de cada 3, es un dato increíble, 1 de cada 3", afirma Vincenç Navarro. "En 2012 el número de ricos cayó un 22% en España, en 2013 ha subido un 13%, por tanto, ¿ha crecido el número de ricos? No. Si tú sangras a la población para dar dinero a los ricos, la nación será más pobre y esos ricos serán más ricos. Muchos ricos se deberían haber empobrecido durante esta crisis pero como ha habido rescates por doquier, son ricos que siguen siendo ricos y que deberían haber pasado a pobres", explica Juan Ramón Rallo, doctor en Economía y director del Instituto Juan de Mariana.

Ante la alarma que crean los datos, el presidente responde en una entrevista: "No hay en este momento unos indicadores precisos ni en España ni en Europa sobre los datos de desigualdad". Pero esos indicadores sí que existen. Uno de ellos lo da la propia Comisión Europea y dice que España es ya el segundo país con más desigualdad entre ricos y pobres de la Unión. Si nos comparamos con la campeona europea en desigualdad, Letonia, vemos que cada vez nos acercamos más a ella: en 2006 estábamos 7 puntos por debajo. En 2012 sólo nos separan 9 décimas. Según la ONG Oxfam, los 20 españoles más ricos acumulan la misma renta que los 9 millones más pobres.

Otro indicador de nuestra desigualdad creciente lo da Eurostat y la OCDE. Entre los países rescatados, la diferencia de ingresos entre los que más ganan y los que menos se ha mantenido relativamente estable. En Portugal o Irlanda incluso ha bajado. Sin embargo en España esa desigualdad se ha disparado casi un 24% desde el inicio de la crisis.