Juan y José son hermanos.  Los dos compraron una casa en Cáceres en 2007. En el mismo bloque: uno, en el primer piso y  el otro en el segundo. Las casas son exactamente iguales. Ambos hermanos firmaron la hipoteca el mismo día, con el mismo notario y en la misma entidad bancaria y por supuesto, ambos tenían la misma clausula suelo. Lo llevaron a juicio y les tocaron jueces diferentes. Juan perdió, su tribunal le dio la razón al banco. Pero José ganó porque como él dice le tocó un juez guerrero, Edmundo Rodríguez.

Edmundo Rodríguez dicta la primera sentencia en toda España que anula una cláusula suelo por abusiva.  “Llegamos a la conclusión de que la cláusula no debía aplicarse por falta de transparencia”, afirma el juez. Rodríguez defiende que “el papel de los jueces es que David pueda vencer a Golliat cuando David tenga la razón porque hay veces que Golliat también la tiene”.