¿Es cierto que la mayoría de los costes que pagamos en el recibo no tienen que ver con el suministro eléctrico? En total, el sistema eléctrico nos cuesta unos 37.000 millones de euros al año. Un 55% son peajes que decide el Gobierno. El otro 45% restante es la parte liberalizada, que supuestamente depende del libre mercado.

En qué consisten los peajes que determina el Gobierno. Los datos son casi imposibles de encontrar. Según los cálculos de los productores fotovoltaicos (UNEF),un 12,5% es para pagar a las empresas que distribuyen la electricidad hasta los hogares o empresas. Pero el 98% de ese dinero se lo llevan las cinco grandes eléctricas, dueñas de esas empresas.

Alrededor del 4% es para pagar el transporte de la energía a Red Eléctrica Española, propietaria de las redes. Otro 4% para pagar la generación fuera de la península: Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla.

Pero hay dos conceptos importantes en los peajes del Gobierno especialmente controvertidos. El primero: las primas a las energías renovables. El 17% de lo que pagamos en el recibo va a fomentar esta energía verde. Aunque las eléctricas se llevan buena parte de ese dinero, quieren que desaparezca.

El segundo peaje polémico supone el 8%, más de 3.000 millones al año. Su nombre, el gran misterio de la economía española: déficit de tarifa. Para entender qué es hay que viajar en el tiempo, hasta finales de los años 90. El resto de peajes que fija el Gobierno son para subvenciones a la industria.

El resto del dinero que pagamos por la luz se fija en dos tipos de subastas. Unas se celebran cada hora, todos los días. En ellas participan sólo las eléctricas y sirven para fijar el precio de los mayoristas.

Pero la subasta importante para los hogares españoles ha sido, hasta la última de diciembre que el Gobierno anuló, la subasta trimestral. En ella participaban, además de las eléctricas, bancos de inversión y otros agentes financieros. Aquí directamente se especula. Desde su creación en 2009, el precio de la electricidad se ha disparado un 44%.