Por aquí pasa el camino inglés de la ruta Xacobea. Pero está cerrado. Hoy los peregrinos tienen que desviarse para que no les caiga ningún cascote. Las casas de la zona derruidas simbolizan el declive de la antigua capital del mar.
La construcción de barcos, la administración, la marina y la mili han sido la base de la economía de la comarca de Ferrol. Ya no queda casi nada.
La principal causa de sus problemas es la parálisis de los astilleros. La destrucción de empleo es tan veloz que ni actualizan los carteles de protesta.
Hace 30 años, Los Limones compusieron Ferrol, el himno extraoficial de la ciudad. Habla de la lucha de los ferrolanos por salir adelante. La canción se compuso en los años 80, cuando Bruselas condenó a los astilleros públicos por considerar que recibían ayudas del Estado y que, por lo tanto, jugaban con ventaja.
Se llamó reestructuración y envió a miles de personas al paro. Después llegó la palabra competitividad y un mensaje: en Corea del Sur hacen barcos por menos dinero.
"Koldo me pidió si podía echar una mano..."