Se cumplen 100 años del golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera, un populista admirador de Mussolini, con un hábil olfato político que llegó al poder con una especie de discurso regeneracionista, la complicidad del rey Alfonso XIII y muy poca resistencia, en general.
Sus ideas eran sencillas: orden, patria, propiedad y mensajes contra lo que él denominaba las élites corruptas. Estamos ante una etapa autoritaria de España que, sin duda, alentó la llegada de la II República.
Es un dictador desconocido, incluso en Jerez de la Frontera, su tierra natal. Sin embargo, como indica Xosé M. Núñez Seixas, catedrático de Historia de la Universidad de Santiago de Compostela, "la dictadura de Miguel Primo de Rivera es el primer gran ensayo autoritario en la España del siglo XX".
Sus mensajes populistas siguen sonando hoy. "La obsesión con la unidad de la patria sigue muy presente. El nacionalismo español estaba presente entonces y está presente hoy en día", añade Núñez Seixas.
A pesar de que la dictadura ha pasado a la historia como suave, dejó muchas víctimas.