Para comprobarlo viajamos hasta el barrio de Navia, a las afueras de la ciudad de Vigo. Mucho paro y pocos servicios. Y en esas llega Podemos, y arrasa. Aquí se convierte en la primera fuerza política en las elecciones europeas. Ana estaba a pie de urna. Así fue el recuento.

María, 41 años, formación básica, desempleada desde hace tres años. Vive en Navia y votó a Podemos. Ella sola saca adelante a sus tres hijos de 18, 14 y 8 años. Camino del cole para llevar a su hijo, nos cuenta por qué votó a Podemos. Dice que le devolvió la ilusión.

A tan solo un par de bloques de María vive Miguel, 18 años. Estudiante. Aún va al instituto. En las próximas elecciones ya será mayor de edad. Tiene claro que votará a Podemos.

El hombre que arregla los ordenadores de la copistería del barrio también vota a Podemos. José Miguel. 45 años. Informático. Trabaja como autónomo. Acaba de ser padre y con lo que ingresa tiene lo justo para vivir. Cree que el Gobierno se ceba con los trabajadores como él.

Cuando fue a votar no tenía ninguna duda. Su descontento le llevó a Podemos. José Miguel confiesa haber votado indistintamente a partidos de izquierda y de derecha a lo largo de su vida. Representa a esos descontentos cuyo voto persigue Podemos, más allá de las ideologías.