Los trabajadores del campo se plantaron ante su situación y decidieron manifestarse en las grandes ciudades de España, entre las que obviamente se encontraba Madrid, lugar de la protesta más grande. Hacia la capital se dirigían más de 200 tractores... hasta que la Guardia Civil intervino.

Los agentes frenaron el avance de un grupo de tractores, lo que generó un conflicto entre la Guardia Civil y los agricultores: "Hay 200 tractores y no nos dejan de salir, punto, para decir que hay cuatro en Madrid manifestándose, y aquí estamos encerraos en un corral", asegura un manifestante frenado defendiendo una teoría sobre que los agentes intentan limitar la manifestación.