¿Cómo se sienten los espías cuando otras personas les espían? Hablamos del caso de José Morata, sargento de la Guardia Civil, "represaliado, encarcelado y expulsado del cuerpo por pedir derechos para los agentes", denunció Juan Antonio Delgado Ramos, guardia civil y diputado de Unidas Podemos. José Morata era peligroso porque quería montar un sindicato dentro del cuerpo. Por eso fue espiado por sus propios compañeros a finales de los 80.
Morata pudo confirmar que le habían espiado muchos años después gracias a unos documentos a los que ha tenido acceso laSexta Columna. Se los pasó a uno de sus compañeros el exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán. "Fue a ver a un compañero, Piñeiro, a Zaragoza y le dejó que se fotocopiara diversos documentos de la Operación Columna", explica Morata. Estos documentos siguen hoy clasificados.
Ni a él ni a sus compañeros también espiados nunca les han readmitido. Aun así, hoy sigue creyendo que su lucha mereció la pena: "En esos años no había días libres, hacías 80-90-100 horas, el material era de lo peor que había, las vacaciones dependían de que el jefe de la Comandancia las diese o no". Así lo creen también, a día de hoy, en el cuerpo. "Si hoy los guardias civiles tienen derecho de representación es gracias al trabajo que ellos desarrollaron", asegura Juan Fernández, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles.