Toda teoría de la conspiración que se precie, como la que asegura que el cambio climático es un invento, consta de varios pasos. El primero es negar la evidencia, como que las altas temperaturas o el aumento del nivel del mar tienen han sido provocados por la mano del hombre.

El segundo tiene que ver con desprestigiar a los científicos que han investigado, en este caso, el calentamiento global. De este modo, si ellos son señalados, sus datos y conclusiones también. "Tenemos una correlación al 100% de que es nuestra actividad humana y la emisión de gases de efecto invernadero el que está provocando este aumento de temperaturas", explica el ambientólogo Andreu Escrivá.

Por su parte, el periodista Noel Ceballos apunta que "para que una teoría de la conspiración funcione es fundamental que use algunos datos reales y a partir de ahí se mezcla con rumores, intoxicaciones o simples mentiras". El tercer paso es buscar un malo que, casualmente, suele coincidir con el enemigo político de turno. De este modo, se alcanza el objetivo de toda conspiranoia: convencer a personas vulnerables. "No hace falta que te convenzas al 100% de que el cambio climático es mentira, con que te entre la duda, el negacionismo ya ha ganado", comenta Escrivá en el vídeo sobre estas líneas.

Así murió Mike Hughes intentando demostrar que la Tierra es plana

En este vídeo, laSexta Columna recuerda el caso del terraplanista Mike Hughes, que murió en su esfuerzo por demostrar esta idea y pregunta a expertos en sociología y psicología qué lleva a tantas personas a creer en teorías de la conspiración.