Desde que comenzó la guerra, cada misil que impactaba en Ucrania tenía su reacción económica en el resto del mundo. "Nos está afectando en los niveles de inflación, en el desabastecimiento, en la degradación de nuestras condiciones económicas y sociales", afirma María José Pérez del Pozo, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense.

Con las materias primas amontonándose en almacenes destruidos por las bombas en lo que era el granero de Europa, la vida de empresas como la de Joan Carles Massot, ganadero, se ha complicado: "El diferencial de un engorde de un ternero pasamos a 150€ más por cabeza. Si lo traducimos, a nivel de nuestra explotación, 2.000 cabezas, estaríamos hablando de un impacto de más de 300.000 euros en costes de producción", explica. A ganaderos como él no les ha quedado más remedio que subir el precio, que repercute en el de la ternera que llega al supermercado.

En el vídeo sobre estas líneas, laSexta Columna analiza la delicada situación del grano que sale de Ucrania y cómo los recursos y la economía se han convertido en un arma más en esta guerra.