Inés Fernández Ordóñez lleva más de treinta años dejando grabada la forma de hablar en el rural español para que no se pierda. Es catedrática de Lengua Española y, entre otras cosas, su proyecto le ha hecho ser una de las ocho mujeres en los 41 sillones de la Real Academia de la Lengua.
Lleva años buscando testimonios rurales, aunque eso signifique dormir en sitios no precisamente cómodos: "En un par de ocasiones sucedió que reservé en un lugar de mal vivir y cuando llegaron allí los estudiantes se rebelaron y dijeron aquí no nos quedamos", recuerda en el vídeo sobre estas líneas la catedrática, que junto a sus estudiantes ha grabado cerca de 2.000 horas de conversaciones en cintas que guardan el recuerdo de voces rurales en peligro de extinción en toda España. Es el 'Corpus Oral y Sonoro del Español Rural'.
Inés defiende que las formas de hablar en los pueblos son igual de válidas que las urbanas, aunque tendamos a menospreciarlas. "Se entiende muy bien cuando pensamos en las formas de vestir, cómo han cambiado y cómo nuestros juicios de valor han cambiado. ¿Es mejor llevar sombrero o no llevarlo? ¿Tener tatuajes o no? Todo esto son formas de comportamiento que tienen un prestigio asociado, pero en sí mismas son igualmente válidas", explica a laSexta Columna.