No había pasado un año desde que Federico Trillo asegurara que la misión del ejército español en Irak era "de seguridad, de paz", cuando los iraquíes se manifestaban militarmente junto a la base española en Najaf para la liberación de un líder radical chií y acababan a tiros.

"Irak estaba sumida en un caos desde que George Bush anunciara la finalización de las operaciones", explica a laSexta Columna Eduardo Martínez Viqueira, general al mando de esta base, que señala cómo "a partir de ahí hubo una situación de deterioro muy importante". La periodista Mónica García Prieto, asegura en el vídeo sobre estas líneas que "yo asistí a saqueos de hospitales, donde los médicos cogieron armas para defenderse de los atacantes".

Además de los saqueos, comenzaron los ataques de la guerrilla iraquí, que provocaban una respuesta estadounidense en ocasiones desmedida. Gervasio Sánchez, fotoperiodista en Irak, recuerda que en esos momentos entrevistó a un grupo de generales del ejército iraquí, que le advirtieron de que "los estadounidenses no están entendiendo nada, de esta masa de gente humillada se va a montar una gran guerrilla que va a hacer un daño tremendo".

La guerrilla iraquí, que había sido hasta hace poco una valiosa fuente de información para el CNI, ahora se convertía en enemigos armados apostados en las cunetas. Rebeldes que miembros del CNI como Pedro saben de dónde surgieron: "No son un grupo de civiles que se han juntado y tienen armamento. Nos encontramos que ahora la insurgencia eran militares de la guardia republicana, los pertenecientes a los servicios de inteligencia, que son gente preparada", afirma.