Mientras la 'Operación Reconquista' avanza y los maquis toman pueblos como Bossost sin bajas, también empiezan a encontrar más problemas en rincones como Es Bordes, donde la iglesia se convirtió en refugio de las fuerzas franquistas.
Fernando Alcoya, miembro del 'Grupo Recreación Primera Línea', nos muestra en el vídeo sobre estas líneas cómo todavía se aprecian vestigios de la contienda en el campanario: "Son los únicos restos o de los pocos restos de combates reales que quedan en el Valle de Arán del periodo de la invasión", explica.
Una parte de los guerrilleros de la 'Operación Reconquista' acorrala a las fuerzas franquistas en la iglesia de Es Bordes y además, las montañas de alrededor se llenan de maquis bien armados.
Los efectivos franquistas no son suficientes para frenar la invasión, Franco ha infravalorado la capacidad de los guerrilleros antifascistas y la 'Operación Reconquista' parece haberle tomado por sorpresa. Los combatientes antifascistas sufren algunas pérdidas, pero liberan pueblo tras pueblo y la bandera rojigualda comienza a dar paso a la republicana.
Tanta tela tricolor inquieta al tirano, que hasta ese momento respiraba confiado y demasiado tranquilo. "Franco era una persona a la que no le temblaba la mano, pero se le vio nervioso y no era fácil ver nervioso a Franco esos días", afirma el historiador Manuel Martorell.
En la biografía de la hermana de Franco quedó registrado cómo el pánico se apoderó de "Paco", a quien se vio "un poco fuera de sus casillas cuando 'lo de los maquis'". "Él "procuró ocultárselo a los españoles", pero "fue muy grave", escribía.