El origen de la Revolución de los Claveles se remonta al particular 'Vietnam' que experimentó Portugal en los años 60. Miles de portugueses caían en una batalla para mantener sus dominios en Angola, Guinea-Bissau o Mozambique, entre otras colonias. Estaban muriendo, sobre todo, los hijos de las clases trabajadoras por un imperio todavía defendido por su dictadura.
"Mueren 55.000 personas, 10.000 militares portugueses y 45.000 africanos. Hay 800.000 portugueses que se movilizan en ese periodo, vuelven mutilados, con estrés postraumático", explica Tereixa Constenla, autora de 'Abril es un país', que en el vídeo sobre estas líneas señala que "el gran drama es descubrir que están combatiendo por una causa profundamente injusta, que son un ejército opresor y condenados a la derrota".
"Los oficiales muy jóvenes empezaron a darse cuenta de que aquello era inviable", apunta Diego Carcedo, periodista que cubrió la Revolución de los Claveles para TVE. Entre aquellos oficiales está Vasco Lourenço, el último capitán superviviente de esa revolución y que entonces era un veinteañero más, negándose al absurdo de mantener las colonias por la fuerza, como pretende la dictadura. En su entrevista con laSexta Columna asegura que "Se preparaban para presentar a los militares como los responsables de no ganar la guerra y decidimos que no seríamos chivos expiatorios nunca más".