En los inicios de la Revolución Rusa, Leon Trotsky quería extender el ideal comunista por el mundo, de manera que lo explicó en diversos idiomas. Se concentró tanto en hablar, que su ideología ya no encajaba con el partido comunista de Stalin. Se convirtió en enemigo público del régimen, de manera que terminó por exiliarse. Aún así, Stalin y los burócratas soviéticos decidieron eliminarlo.

Para ello tiraron de varios espías, entre ellos el español Ramón Mercader, que según lo define su biógrafo, Gregorio Luri, "valía para dandy": "Era una persona inteligente, muy bien formada, con varias lenguas, grandísima presencia", describe. En el vídeo sobre estas líneas, laSexta Columna analiza cómo este espía español consiguió introducirse en el círculo cercano de Trotsky y la accidentada forma con la que perpetró el asesinato: "Decía que gritaba como un cerdo", explica Luri.