España es una de las principales potencias turísticas del mundo, pero hay zonas, como las Islas Canarias, que quieren frenar el aumento desbocado de la llegada de turistas antes de que el territorio colapse. Si antiguamente Tenerife era conocido por su exotismo y sus playas vírgenes; ahora esos lugares están ocupados por complejos turísticos.

Esto ha provocado que el sur de la isla se haya convertido en la zona preferida del turismo más salvaje. "En la zona turística lo raro es encontrar gente local o encontrar gente que te hable directamente en español", se lamenta la canaria Anne Striewe, directora General en Fundación Canarina que durante años ha vivido del turismo, y asegura que en esta zona "la inercia es hablar en inglés". "Lo que se da por supuesto es que allí van turistas y que eso es territorio exclusivo de turistas", explica en este vídeo.