En el año 1932, Adolfo Suárez nace en Cebreros, Ávila, en una familia acomodada. Su abuelo materno es el alcalde republicano del pueblo. Su padre, el hijo del secretario judicial. Ambos, sufren represalias al estallar la guerra civil.

Con cinco años, un joven Adolfo llega a Ávila con su familia. De su expediente escolar no se puede deducir que sea precisamente el empollón de la clase. Estaba más preocupado por el deporte. Por el fútbol y por las chicas.

El animal político se forjó en las calles de Ávila. Aurelio Delgado es uno de sus amigos de la infancia y además acabó casándose con su hermana. En aquel entonces, ya se notaba que valía para mandar.

Aunque la cámara le quería, él no quería tanto a la cámara. De hecho, esta entrevista es una de las pocas veces que acepta hablar de sí mismo cuando deja la política. Se la da precisamente a ella, la periodista Victoria Prego. Aunque se resistía a ser grabado, mantenía el encanto.

Cuando tiene 20 años, el padre de Adolfo Suárez abandona a la familia. Un momento trágico que obliga al joven, recién licenciado en Derecho, (1954), a buscarse la vida en Madrid (1957). Hace de todo: carga maletas en la estación de Atocha e incluso participa en la película ‘Orgullo y pasión’ de extra. Mala suerte. Los papeles principales ya los tenían Cary Grant, Frank Sinatra o Sofia Loren. Mejor le fueron las cosas en lo sentimental. Adolfo Suárez se casa con la hija de un militar. Una chica bien de la burguesía abulense. Corre el año 1958.