En sus actos, políticos de la extrema derecha italiana como Matteo Salvini o Giorgia Meloni, redefinen la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres como ideología de género y los derechos conquistados por la comunidad LGTBI los convierten en un malvado plan para destruir la familia tradicional.

En países como Hungría, para justificar sus leyes contra la comunidad LGTBI, relacionan la homosexualidad con los abusos a menores. "La idea es meter el miedo en el cuerpo a parte de la ciudadanía que compra ese discurso", explica Ruth Ferrero, profesora de Ciencia Política de la Universidad Complutense. También se apela a ese instinto alegando que sus rivales políticos intentan acabar con las raíces cristianas europeas, colando entre medias un discurso xenófobo. Con esos valores, en países como Hungría, Estados Unidos y la región de Italia en la que hasta ahora gobernaba el partido de Meloni, se ha recortado el derecho al aborto hasta su mínima expresión.

"Se habla de derechos cristianos, pero es una perversión del concepto cristiano: el amor a los débiles, a los marginados, a los que sufren... todo esto casa muy mal con lo que piensan de inmigración, o de homosexualidad, o de otras muchas cosas", argumenta en el vídeo sobre estas líneas el ex corresponsal en Italia Íñigo Domínguez.

Los vínculos de Giorgia Meloni con el fascismo italiano

En este vídeo, laSexta Columna analiza los vínculos de Giorgia Meloni con el fascismo italiano, desde las alabanzas a Mussolini y las similitudes en su discurso, hasta su partido político, heredero de una formación con ideología fascista.