En pleno proceso por el 'caso Banesto', Mario Conde recorrió los platós de televisión para mostrarse como un hombre inocente, llegando incluso a encararse con los presentadores mientras negaba haber metido la mano en la caja del banco e incluso atreviéndose con algún que otro número musical.

Finalmente, de los 20 años a los que fue condenado, terminó cumpliendo cinco, una pena que para José Antonio Martín Pallín, ponente de la sentencia del Tribunal Supremo sobre Banesto, fue "una pena dura": "No digamos que estuvo en un balneario", apunta el jurista, si bien señala en el vídeo sobre estas líneas que "para mí, lo preocupante ha sido la incapacidad de recuperar todos los patrimonios defraudados".  

Uno de estos bienes era 'Los Carrizos', una finca de 3.000 hectáreas cerca de Sevilla donde lucía cabezas de ciervo en las paredes y recuerdos de su amigo, el rey emérito. Según los tribunales, esta 'acogedora' vivienda fue pagada con dinero de Banesto, pero el exbanquero la sigue disfrutando hoy en día. Todo ello a pesar de ser uno de los mayores deudores de Hacienda. Su patrimonio está a nombre de su familia, como él mismo admitió a Gonzo en 'Salvados'.

Hace unos años, jornaleros del sindicato andaluz de trabajadores se presentaron en la puerta de la finca porque querían que Conde devolviera al pueblo 'Los Carrizos'. El banquero defendió con brío su propiedad, dando lugar a tensos momentos en los que incluso se le escuchó gritar a uno de los manifestantes "¡Has robado, tu padre!".

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