La muerte de Xavi y la depuración de responsabilidades sigue dilucidándose por la vía judicial. Elías, abogado de la familia del joven, defiende que Xavi "ni estaba formado ni se le habían entregado EPIs" para poder ejercer su trabajo de una manera segura.

Cuando Xavi murió, realizó un peritaje que concluyó con un acta de infracción de 318.000 euros, "posiblemente la más alta de la historia de Barcelona", cuenta Elías, o al menos la más alta que él ha visto en su carrera.

"Ha habido una segunda inspección y una segunda multa, 12.000 euros más por exceso de jornada", comenta más tarde a los familiares. A Gonzo, explica que si Xavi falleció, fue porque hubo "una falta de seguridad".