Que ETA ha sido derrotada por el estado de derecho y que el dolor causado ha sido inútil es, para Arnaldo Otegi, un relato con el que es mejor tener cuidado. "Cuando se humilla a la gente las consecuencias pueden ser muy graves", señaló.
Una reflexión que parece insinuar lo que enseguida descarta: "No va a volver a haber violencia armada por parte de ETA”. Durante la entrevista, el líder de la izquierda abertzale insiste varias veces en olvidar el pasado. “¿Por qué tenemos ese empeño en hablar de algo que ya no existe?".
Pero se refugia en él para justificar su postura más difícilmente argumentable: "¿Cómo voy a condenar algo que no condené en su día y por lo que ya he pagado?".
Otegi asegura que en el atentado de Hipercor se sintió abrumado por el tipo de víctimas: "Con Hipercor me sentí desgarrado porque era gente trabajadora". Muertos que lamenta, como los de los hijos de guardias civiles en la casa cuartel de Zaragoza, que él diferencia, eso sí, de los propios agentes. "ETA avisó de que desalojaran familiares y niños de los cuarteles", señala.
Arnaldo Otegi no tiene reparos en confesar que el día que asesinaron a Miguel Ángel Blanco, estaba en la playa: "Estaba en la playa porque no sabía que lo iban a matar ese día".
Preguntado por Jordi Évole sobre si ha merecido la pena, Otegi dice que es mejor no darle más vueltas.