La Asociación de Vecinos Ciutat Meridiana ayuda a ocupar las casas, propiedad de los bancos, vacías del barrio por personas que están literalmente en la calle. Una vecina se entromete en la conversación para contradecir las palabras de Manuel Cubero de la Asociación de Vecinos Ciutat Meridiana, asegurando que hay una casa particular ocupada teniendo su propio dueño. “Tuvo que irse el hombre con sus escrituras sin poder hacer nada”, explica.

Otro vecino apoya a la señora. “Hemos tenido que precintar todas las puertas porque se te meten”. Comenta que venden droga, quitan la luz de la escalera, rompen los contadores y quitan el agua… “Si hubiera una familia necesitada y que se comportara a mí me daría igual”. Aclara que no culpa a la Asociación de Vecinos, lo que quiere es que “no se venda una realidad que no se ajusta”.

Manuel Cubero se defiende diciendo que es muy cómodo decir que la Asociación no lo hace bien cuando nadie colabora. Otro vecino, se queja de los extranjeros, uno de ellos de Ecuador y con nacionalidad española no está de acuerdo con lo que el hombre dice puesto que lleva 10 años viviendo en España.

Quiere que se pongan en su lugar: “¿Cuántos españoles están yéndose fuera y están pasando lo que pasamos nosotros aquí?”. Manuel sigue apoyando la lucha colectiva. “Si nosotros mismos no buscamos soluciones, el Estado cada vez va a hacer menos”.